lunes, julio 14, 2008

El estado como prestamista

Después del tremendo susto y crujir de dientes que Fannie Mae y Freddie Mac provocaron la semana pasada, Estados Unidos se despierta hoy con la noticia que la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro han decidido convertirse en prestamistas de último recurso para estas dos instituciones. El banco central les abrirá la ventanilla de descuento unos días, hasta que el Congreso apruebe el plan del gobierno federal de abrir una línea de crédito por valor de 300.000 millones de dólares a Fannie y Freddie.

Dicho en otras palabras: tras 25 años de desregulación histérica y alocada de los mercados financieros y protección chapucera de dos empresas privadas (Fannie y Freddie), el gobierno federal americano es de hecho, directa o indirectamente, el principal prestamista del país. Ya lo era hasta ahora en el mercado de los créditos de estudio para la universidad, donde las empresas privadas han huido despavoridas en los últimos meses, y lo será ahora en el mercado hipotecario, con el apoyo explícito a Fannie Mae y Freddie Mac.

Lo que es más preocupante, la cosa no ha acabado aún; hay más de un centenar de bancos en riesgo de quiebra por todo Estados Unidos. Indymac (que "murió" el viernes) ha sido de hecho nacionalizado ya, y no parece que vaya a ser el último.

Todo esto son malas noticias, por cierto, por varios motivos. Primero, los gobiernos no están en este mundo para hacer de prestamistas: su trabajo es recaudar impuestos para dar servicios públicos que el mercado no da correctamente, y ejercer de regulador para asegurar que los mercados funcionen bien. Eso no incluye dar créditos. El estado es, a largo plazo, un banquero bastante torpe, ya que no incurre en riesgos; si una deuda no se paga, siempre puede equilibrar sus cuentas a golpe de impuestos o imprimiendo moneda.

Segundo, cuando el estado tiene que meterse a rescatar entidades de crédito, eso cuesta dinero a los contribuyentes. Como he comentado otras veces, es un gasto que tiene sentido a veces ya que la alternativa (quiebras bancarias a mansalva) son más caras que un rescate. Aún así, es un pago enorme por algo que no debería haber llegado a una situación crítica; si un banco o entidad financiera puede meterse en una situación que necesita a los bomberos del sector público, el estado ha hecho algo mal.

Los bancos están fuertemente regulados por muy buenos motivos; son entidades que si quiebran, hacen muchísimo más daño que cualquier otra empresa cuando echa el cierre. Un banco no puede morir sin hacer muchísimo daño, así que el estado da una garantía implícita o explícita (como el seguro de depósitos bancarios) que rescatará las entidades en problemas, a cambio de imponer una normativa estricta (y que limita sus beneficios) para asegurarse que esos rescates no ocurren a menudo. El estado cubre tu riesgo moral, y a cambio te impone reglas.

Cuando un país, como está sucediendo en EUA, tiene una cadena de quiebras financieras, es el resultado de un regulador que no ha estado vigilando a los bancos como debía. Los mercados son un mecanismo eficiente y elegante para crear riqueza, pero son instrumentos delicados. El gobierno americano no ha cuidado bien a los mercados financieros.

Nota al margen: a todo esto, Kantor, que sabe de esto mucho más que yo, no ha escrito nada (¡nada!) sobre el tema. A ver si con mi petición expresa desde aquí se anima. Por cierto, parece que ahora "comparto casa" con él en Lorem Ipsum; yo ando por aquí y él anda por aquí. No por nada, pero la página esa está que se sale.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y en EEUU no se habla nada de las responsabilidades de los señores que han permitido esta situación? Me refiero a los directivos de los bancos o de las entidades reguladoras.

R. Senserrich dijo...

La verdad, todo el mundo anda echando culpas a derecha e izquierda. No sé qué pensará la gente, pero no veo a los americanos con ganas de linchar banqueros aún...

R. Senserrich dijo...

A todo esto, Paul Krugman escribe de ello hoy, y parece que no andaba yo desencaminado:

http://www.nytimes.com/2008/07/14/opinion/14krugman.html?ref=opinion

Es bueno leer a alguien que sabe decir cosas parecidas a lo uno escribe :-).