viernes, abril 11, 2008

"Free New York!"

No hace demasiado Michael Bloomberg, el muy competente, racional y educado alcalde de Nueva York, hizo la propuesta que la ciudad cobrara un peaje a los conductores para acceder a algunas zonas de Manhattan.

Nada novedoso; Londres tiene algo parecido, y es una iniciativa que siempre me ha parecido estupenda. Es perfectamente racional. No hay ningún sitio en este mundo en que un peaje de este estilo tenga más sentido que en Nueva York, una ciudad densísima, enorme y con un transporte público rápido y eficiente que es utilizado a diario por millones de personas.

Bueno, la tasa de congestión (el nombre americano a este peaje) tenía que se aprobada por el gobierno del estado de Nueva York, en Albany, la provinciana capital 250 Km más al norte. Los representantes allá arriba le han echado un vistazo y han dicho que no, ni de broma, y se han cargado el plan.

La decisión es una estupidez, pero da que pensar. Nueva York, la ciudad, y su área metropolitana ocupan una parte minúscula del estado de Nueva York. La ciudad son unos 20-25 millones de habitantes repartidos entre tres estados en una gigantesca zona urbana que se extiende 50 km alrededor de Manhattan. El estado, una vez se sale de la ciudad, son 140.000 Kilómetros cuadrados (más de 500 Km de punta a punta) con dos o tres ciudades provincianas y enormes, gigantescas zonas rurales. Estamos hablando más grande que Grecia, casi vacio"pegado" a la ciudad más rica y densa del planeta.

La verdad, no me extraña que no aprobaran la ley; estoy bastante seguro que no la entienden. La ley electoral del estado (como todas las leyes electorales de este país) favorece horriblemente a las zonas rurales, dejando el gran motor económico del estado en constante minoría y siempre, siempre, siempre corto de recursos. No me extraña que haya gente de Nueva York (ciudad) cabreada estos días; algunos andan (con cierta razón) pidiendo la independencia de la urbe oprimida.

Lo que me lleva a pensar, evidentemente, en eterna historia de dos ciudades en España: Madrid, y su orgullosa autonomía metropolitana, y Barcelona, y su posición de centro de ese hinterland que se autoproclama como la verdadera esencia de Cataluña. Tanto hablar de balanzas fiscales autonómicas, me encantaría saber las balances fiscales provinciales/comarcales de la Generalitat catalana.

No sé por qué, pero tengo la extraña sospecha que mientras que Madrid capital seguramente "explota" todo lo que está más allá del metro, Barcelona pierde una cantidad ingente de tiempo, dinero y oportunidades subvencionando a sus tres provincias vecinas. Zapatero puede publicar las balanzas fiscales entre autonomías sin problema, la verdad; los cuellos de botella en las infraestructuras en la Ciudad Condal son autoinflingidos gracias a la encantadora (y aún inexistente) ley electoral catalana.

La pregunta obvia es, claro está, es el bonito, encantador y probablemente irresoluble problema de qué territorio debe cubrir una administración, estado, cortijo o contubernio para ser eficiente. Estoy bastante seguro que no importa lo que uno haga, siempre, siempre, siempre tendrás efectos secundarios negativos. Aún así, creo que es más eficiente y razonable la relación entre Madrid y Ávila, Toledo o Guadalajara que la de Barcelona con el resto de Cataluña.

El equilibrio debe basarse en asegurar que quien crea riqueza no es "estrangulado" por los vecinos, sin que estos se queden a dos velas sin ver un duro. Complicado dilema, pardiez; estoy bastante seguro que un sistema electoral más proporcional, en este caso, es la mejor solución posible.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Por eso siempre he considerado muy razonable que la provincia de Madrid tenga su propia comunidad autónoma. Si siguiera integrada en lo que en su momento se denominó Castilla la Nueva, supondría una seria distorsión estadística de terribles consecuencias en ese territorio.
La justificación de la existencia de una comunidad autónoma no tiene necesariamente que recaer en su tradición cultural e historia.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo. Intenta separar a Barcelona del resto de Cataluña ahora, de todos modos.

Anónimo dijo...

Vaya! Y no es porque en Madrid manda la Lideresa mundial y en Catalunya un mediocre?

O que nos lo gastamos todo en "nacionailismo"?

O que Madrid (ciudad) solo tiene que pagar un museo?

O porque Lyon tiene más vuelos intercontinentales que BCN? No tiene Lerides, Girones et Tarragones?

Pamplona o Bilbao tienen este problema?

Es culpa del sistema electoral que haya vías de tren (renfe) de los años 30 en Cataluña?

Que Catalunya tenga una balanza fiscal negativa que ronde el 7-9% del PIB durante años, cuando la media de PAris, es del 6%, no influye?

No se, no se.

Yo lo que veo es que las Castillas se van despoblando, y no estoy seguro que eso pase en Catalunya, donde hay un red de ciudades medianas, bastante grande, con sus industrias (o exindustrias) y sus cositas.
No se...

R. Senserrich dijo...

Ya te digo, no estoy del todo seguro de esto. La balanza fiscal de Madrid es siempre más negativa que la catalana en todos los estudios; lo que comento es que esa comparación puede que sea espúrea.

Y no, no creo que Aguirre sea mejor gestora que Montilla. Ni de coña, vamos.

Anónimo dijo...

No es el único factor, pero si es significativo, basta con fijarse en los problemas con el agua o los líos que tiene la MAT (que es una infraestructura que es imprescindible a largo plazo para Barcelona)

El tema Montilla-Aguirre sale siempre que se habla de infraestructuras y aunque es falso en lo fundamental (Aguirre se dedica más al agit-prop que a la gestión) tiene una base de verdad: Las grandes obras llevan mucho tiempo (rara vez el que las planifica las inaugura) y durante la época de Pujol se hizo muy poco (con lo inestable que fue el primer tripartito, se hizo bastante más que en gobiernos de CIU con mayoría absoluta) Si, Dios y ERC mediante, Montilla permanece lo bastante como president, podrá inaugurar unas cuantas infraestructuras (Eje transversal o desaladoras, por ejemplo)

Por cierto que Madrid tiene otra ventaja que rara vez se menciona: la densidad de población, esta hace que con inversiones menores se obtengan mejores resultados (especialmente en la cuenta esfuerzo / votos posibles, que es la fundamental en estos casos)

En cuanto a los casos de Bilbao o Pamplona, la segunda no deja de ser una ciudad mediana con problemas y necesidades que tienen poco que ver con las de Barcelona y la primera pasó de ser la capital económica del norte a contar muy poco fuera de Euskadi (buena parte de su área económica se la ha comido Madrid) siguiendo por ese camino, Barcelona lo lleva muy mal (claro que la economía vasca tiene peores problemas que las infraestructuras)

Anónimo dijo...

Cada vez veo más circular posts como este:

http://ecos.blogalia.com/historias/54699

¿Por qué no le dedicas uno tú al tema, Egócrata?

R. Senserrich dijo...

Ya he hablado de ello en el pasado, no hace demasiado :-). Dale a la búsqueda.

Sí, España tiene un sistema sanitario excepcionalmente eficiente. Y sí, cosas como la alimentación o el clima ayudan mucho. Se puede mejorar el servicio, pero dudo que podamos mejorar los resultados demasiado; estamos muy cerca de los niveles máximos.

Anónimo dijo...

Hombre, detrás también hay una manera de plantearse la ciudad. Madrid ha sido siempre un agujero negro que se tragaba todo lo que se le acercaba demasiado. Madrid ciudad tiene una burrada de habitantes a base de anexionarse los municipios de alrededor. Barcelona, en cambio, es una ciudad limitada, que no crece en habitantes, y que comparte territorio con otras ciudades casi tan grandes como ésta, como Hospitalet. En Barcelona el proceso de expansión poblacional no se hizo a base de anexiones territoriales, sino que cada municipio creció a su modo formando un conglomerado que llamamos área metropolitana, y que abarca a unos cuantos municipios. Todos estos municipios tiene sus alcaldes y sus políticas propias, y los planes del área metropolitana se han de coordinar entre todos ellos. Eso hace que el área metropolitana de Barcelona sea más difícil de "gestionar" que Madrid. De la misma manera, Madrid no está dispuesta a compartir con nadie lo suyo, y tiene incluso una comunidad autónoma para sí misma y su provincia. Madrid ha pasado de identificarse con Castilla a identificarse con España, de manera que el "abandono" de los castellanos no le duele. Barcelona no se desliga de su pasado y reconoce las necesidades, a veces superiores, de las otras provincias catalanas, menos pobladas y más necesitadas de infraestructuras y gasto por habitantes. A nadie en Barcelona le he oído nunca decir que querría una autonomía propia. Son dos maneras totalmente diferentes de plantearse la territorialidad.

Por cierto, que no sé qué balances fiscales dicen que Madrid es la primera pagando, porque el único que dice eso es el del BBVA, donde El Prat es de todos los Españoles, o el Museo del Prado, o los 400.000 funcionarios que tiene Madrid, que también son de todos, aunque vivan en la capital y se gasten sus sueldos en ésta. El estudio es más falso que un duro de 4 pesetas. Para balances fiscales busca los que hizo Castells entre otros (en aquel momento catedráticos universitarios), encargados por Felipe González, y que no se atrevió a publicar por lo escandalosas de las cifras respecto a Cataluña. Estos catedráticos usaron el método carga-beneficio, que es el mismo que usan los alemanes, o la U.E. a la hora de calcular cada año y sin ningún problema (no como aquí, que por lo visto es muy difícil y no pueden) cada año.