sábado, febrero 23, 2008

En caso de duda, utilizar jerga

De todos los ejemplos de mala ciencia del mundo, el más enternecedor de todos es el de la ofuscación. Si estamos diciendo algo que probablemente es una bobada, nada mejor que lanzar una cantidad espectacular de palabras altisonantes y estadísticas complicadas a ver si cuela.

No es que no me suene el mecanismo. Joder, hay más de un artículo por hay firmado por un servidor que tiene páginas enteras llenas de jerga inútil, a veces en respuesta a asignaturas basadas en escribir libros enteros en esta clase de basura (teoría de la democracia... ugh). Lo más patético del asunto es que parece que algunos negacionistas del cambio climático han decidido que la ciencia no les gusta, así que han decidido invertarse una nueva. Disfruten del más nuevo peñazo de ofuscación ridícula aquí mismo.

Los pardillos de LD citan todo orgullos un artículo que analiza una teoría científica mediante una auditoría. Es como si leyéramos la Biblia asegurando que respeta los principios de contabilidad de una caja de ahorros y monte de piedad.

Sin meterme en detalles, empecemos por el hecho que el autor de la burrada en cuestión es profesor de márketing y no tiene la más remota idea sobre el tema en el que está tratando. Aparte de que sólo discute un sólo capítulo del informe (8) y que muchas de sus críticas están resueltas en otros sitios, claro. Lo que es más divertido es que su método de evaluar la teoría es cualquier cosa menos científico; su criterio es establecer 140 condiciones que hacen que una predicción sea "válida". Lo divertido es que los modelos de cambio climático no son predicciones, son teorías; un distinción nada trivial.

Una teoría es una explicación sobre un mecanismo causal. La teoría de la gravitación universal no "predice" el futuro; explica que en todo caso si vemos unas determinadas condiciones (dos cuerpos, masa, etcétera) tendremos fuerzas de atracción. Una teoría científica no hace futurología; lo que dice es que si tenemos unas determinadas condiciones, basadas en unos determinados supuestos y manteniendo todo lo demás estable, deberíamos ver una cosa determinada al final. Hay teorías mejores, con un mejor mecanismo causal y que cubren más variables, y hay teorías peores, que se corresponden menos con lo que vemos en realidad.

Una buena teoría puede hacer predicción, si podemos "echarla a andar" partiendo desde supuestos conocidos. Pelota flotando en el vacio cerca de estrella que pesa una burrada. Pum, atracción. El problema es que a menudo no podemos definir el momento cero de forma lo suficiente precisa al no tener todos los datos posibles, que es lo que sucede con los modelos y teorías del cambio climático. El punto de partida son supuestos y cientos de escenarios, y a partir de todo ello se estima y refina un posible resultado realista.

La chorrada que repite LD y allegados que suelta Amstrong al tratar las teorías y modelos científicos como si fueran ejercicios de predicción es ignorar el hecho que cualquier estudio científico de la realidad parte del hecho que esa realidad es imposible de medir completamente. Evidentemente, es muy sencillo criticar a teorías científicas pidiendo que cumplan una larga retahilia de criterios subjetivos imposibles y quedarse tan ancho.

La cuestión, esa crítica no es ciencia, y no invalida un ápice la teoría.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La predicción es una consecuencia que se extrae de una hipótesis para someterla a contrastación empírica. Es decir, si la predicción deducida es cierta, entonces la hipótesis se refuerza y probablemente pase a ser una teoría dentro de una explicación más amplia.

Cuando se quiere refutar una teoría no basta buscar predicciones (eso ya se hizo), sino resolver cuestiones que la teoría no resuelve, tener más cogerencia, simplicidad, fecundidad, alcance explicativo, ...

Cosas estas que estos señores no hacen, ya que buscan crear una falsa "laguna" para desacreditar una teoría, pensando que la caída (por este medio) supondría la verificación de la suya. Eso es tener poca idea de casi todo.