jueves, octubre 05, 2006

De preguntas y privilegios

Desde Noches Confusas el siempre interesante Berlín Smith me convoca a un debate a diez bandas. La idea es que diez bitácoras, cinco "de izquierdas" y cinco "de derechas" (como está el patio ideológico estos días, más vale ponerlo entrecomillado) respondamos a cuatro preguntas concretas sobre un determinado tema, y veamos dónde llegamos con ello. Las cuestiones a discutir son en apariencia poco ambiciosas, pero eso es bueno; nada como hablar de algo cercano a la realidad para evitar caer en la patafísica.

Veamos.

1. ¿Tiene sentido que tras treinta años de democracia, definida en la Constitución como economía social de mercado, el estado siga efectuando concesiones personales hereditarias a individuos para el comercio de farmacia, de tabaco y la venta de loterías y quinielas?

La respuesta es muy sencilla. No. No tiene ningún sentido. Es gremialista, feudal y ciertamente absurdo. Más allá de eso, en el caso del tabaco y loterías es una muestra de puritanismo a medias absurdo. Si ambas cosas fuesen tan malas, el estado deberías prohibirlas, no convertirlas en un cortijo privado que sólo crea rentas a unos pocos. Si no resultas ser tan perniciosas, que se liberalice su venta; las externalidades del tabaco ya se cobran mediante impuestos, y la lotería es un magnífico impuesto para idiotas que no saben probabilidad.

Dejo sólamente las farmacias algo aparte. Si bien el sistema actual de concesiones limitadas es ridículo, es un mercado que sí debe ser parcialmente regulado por dos motivos. Por un lado, para evitar que farmacias aisladas en lugares remotos extraigan rentas monopolísticas (y si, en algunos casos es necesario limitar la oferta para hacer que sean rentables) los precios deben tener cierto control, y por otro, para controlar la venta de algunos fármacos. Hay cosas que uno no debe poder comprar a solas y joderse la salud en plan cafre. Mucha menos regulación que ahora, es evidente (es absurdo que uno no pueda comprar aspirinas en supermercados, vamos), pero si cierto control.

2. ¿Afecta o no afecta la igualdad y/o a la libertad de los ciudadanos el no poder dedicarse a estas actividades libremente? ¿Y a la eficiencia?

Si, aunque no es cuestión de ponerse dramático; el efecto agregado es muy limitado. Sí, crea una miniclase social de tenderos con pasta muy celosa de sus privilegios, quitando oportunidades de hacer pasta a otros, pero no provoca hambre en África.

Sobre la eficiencia, el efecto es probablemente aún más ridículo. La lotería no deja de ser un impuesto voluntario; que el estado reduzca su capacidad de recaudar es casi enternecedor. El tabaco tiene una demanda muy inelástica, así que los adictos continuarán comprando igualmente. En cuanto las farmacias, aquí sería cuestión de hacer números. A fin de cuentas, su mayor cliente es el estado, directa o indirectamente. Es probable que en zonas pobladas presionen los precios al alza, así que el coste en eficiencia existe.

3. ¿Deben incluirlo el PSOE (o IU) y el PP en su programa electoral si dicen que son partidos que defienden la igualdad, especialmente en un caso, y la libertad, especialmente en el otro?

Deberían, pero es una bonita y absurda manera de meterse en un berenjenal político sin que nadie te lo pida, y sin demasiados beneficios evidentes en dos de los tres casos.

Acabar con los estancos no haría más que crear un montón de estanqueros cabreados, unos cuantos grupos preocupados por la salud pública muy preocupados, y un cambio ridículo en la economía en agregado. Las administraciones de lotería, lo mismo, pero con defensores de los ludópatas. Lo irónico es que en ambos casos el mercado se abre paso; el quiosquero siempre tiene lotería para los habituales, y el tabaco se vende a menudo fuera de los estancos.

El único caso en que la reforma vale la pena es en las farmacias, ya que tiene beneficios potenciales grandes, y es posible "vender" la reforma a base de explicar lo práctico que será todo. Es más probable que la reforma venga del PP que no del PSOE, sin embargo; los cambios son más fáciles cuando es tú partido el que te apisona.

4. Si fuera así, ¿qué se hace con las actuales concesiones?

¿desaparecen? Su existencia es bastante absurda, la verdad. Nadie se arruinará súbitamente por perder privilegios. Otra alternativa es hacerlas irrelevantes; siguen existiendo, pero el estado reparte nuevas como si fueran caramelos...

Bueno, pues eso es todo. Ahora, a leer las respuestas de otros, y mañana comentaré lo que haya leído y parecido interesante, equivocado o brillante. A ver qué sale de todo esto.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo. Esos privilegios no tienen un enfoque social, de hecho es un intervencionismo que genera desigualdad y es ineficiente.

Anónimo dijo...

soy lector habitual de tu blog y no puedo estar más de acuerdo en tus razonamientos. Con respecto a las farmacias debo decir que la única pega que se me ocurre a una liberación total es que existen áreas rurales o apartadas que por su poca rentabilidad o por el poco atractivo del lugar es posible que se vieran sin farmacia, mientras tal y como está regulado ahora no existe ese problema. Yo añadiría a los monopolios el de notarios y registradores, es cierto que acceden al puesto por oposición, pero como funcionarios públicos no veo por qué tienen que cobrar un porcentaje de las operaciones que regula, es como si un juez se llevase un pellizco de cada caso de robo, fraude o lo que sea que juzgase.

Anónimo dijo...

esto, respecto de los notarios se accede por oposición pero luego hay libertad de establecimiento, anteriormente si era algo parecido a las farmacias.

Con respecto a los registradores, la función que cumplen es demasiado importante, solo por la seguridad jurídica es conveniente que sigan de la misma manera, otra cosa es que haya ya que hacer una nueva ley y reglamento sobre el registro de la propiedad, que ya están desfasadas y tanto parche no soluciona nada.

Anónimo dijo...

Soy un idiota que no se de probabilidad.
Aparte de eso, estoy pez en estos temas, y como que no me entero muy bien de los razonamientos. Nuevas razones para no crear un blog,o mejor dicho para borrar el que ya habia creado, y que no duro ni cuatro dias.

Telémaco dijo...

De acuerdo en un 98%, ególatra. Sobre el tema, y en particular sobre tu propuesta de aumentar el número de concesiones para diluir el privilegio existente, te pongo en la pista de un precedente: se ha hecho eso en Navarra. La consecuencia de esa medida ha sido una mejora en la atención al cliente espectacular. Por primera vez, ante la proximidad de otras farmacias, luchan por fidelizar a la clientela: derrochan simpatía, te dan mil explicaciones, te regalan muestras y caramelos a tus hijos. Otra consecuencia es que han ampliando su gama de productos: parafarmacia, cosmética etc. Ha sido muy positivo.

Sólo puedo poner un pero a tu exposición: “Hay cosas que uno no debe poder comprar a solas y joderse la salud en plan cafre.”.
No quiero extenderme porque daría para un debate en exclusiva, en el que incluiría no sólo los fármacos o las drogas, sino temas banales como el cinturón de seguridad y muy serios como el suicidio. Yo lo preguntaría así: ¿debe el estado protegernos de nosotros mismos?
Ahí sale mi vena liberal que dice NO.

Anónimo dijo...

Mislata, como ya dije estoy de acuerdo con la liberalización de las oficinas de farmacia. Lo que digo acerca de las áreas rurales tiene cierta lógica. Dices que ninguna cerraría, estoy de acuerdo. ¿Y qué pasa cuando el propietario se jubile?, yo sí que veo posible que no se establezca un nuevo farmacuetico en un mercado liberalizado. Mis abuelos viven en un pueblo apartado en la provincia de Avila, la farmacia más próxima está a 8 km, la verdad es que conociendo la zona, creo que cuando el farmaceutico se jubile si el mercado está liberalizado los farmaceuticos joivenes preferirán establecerse en un área más atractiva en la que pueden ganar cuando menos lo mismo que en un entorno rural apartado y envejecido y con pocas perspectivas de futuro. No es que las farmacias estén subvencionadas, es cierto que todas dan beneficios, también los MacDonalds los dan y seguro que no has visto ninguno en la sierra de Gredos

Coase dijo...

En un 90% de acuerdo, de la misma manera que Telémaco tampoco entiendo que las farmacias tengan que tener excesivas regulaciones.

Mislata, si una farmacia está abierta en un pueblo de Gredos es que es rentable. La razón que no haya ningún McDonalds es porque el mercado potencial no es lo suficiente amplio como para hacerlo rentable. Una farmacia tienes unos costes fijos infinitamente menores (no te puedes imaginar el importe de los cánones de franquicia)

Si el mercado en la ciudad está saturado por la competencia, los farmacéuticos se instalarán en los pueblos debido a que aunque el mercado potencial sea menor también será menor la competencia y por tanto resulta más rentable abrirla allí que en la ciudad.

El mercado actúa como vasos comunicantes que hace que se aprovechen todas las posibilidades de negocio rentable. Ante el descenso de márgenes en una ciudad, aparece como rentable la inversión en pueblos.

Pasó algo parecido con el petróleo. Cuando su precio era barato no interesaba extraerlo del Mar de Norte debido a sus costes. Pero cuando se incrementó sí era interesante.

Un saludo, Coase.

Anónimo dijo...

La regulacion no seria para evitar que cerrase, seria para evitar que actuara como monopolio, aprovechando que no hay otras cerca, y subiera los precios a saco.