miércoles, noviembre 02, 2005

Good Night, and Good Luck

"Buenas Noches, y Buena Suerte" es el título de la última película dirigida por George Clooney, y que ayer tuve el placer de ver. La película relata la lucha de Edward Murrow y el resto de periodistas de los servicios informativos de la CBS contra el senador Joseph McCarthy a principios de los años cincuenta. Y si la comento aquí es porque no sólo es una película excepcional, si no porque es un incluso necesaria.

George Clooney, aparte de ser guaperas, talentoso, encantador, rico y soltero (vamos, un repelente), tiene las ideas muy claras, y está harto que los medios de comunicación hayan dimitido de su papel de transmitir la realidad. He comentado varias veces que uno de los grandes males de la prensa americana es su obsesión por dar espacio a todas las opiniones, sin importar lo estúpidas que sean. Ante cualquier polémica, cogen a un republicano, a un demócrata, y preguntan, sin tratar de discernir quién dice la verdad y quién miente. De hecho, si mañana un grupo de presión negara la ley de la gravedad y defendiera la teoría de la "caída inteligente" (las cosas caen porque Dios así lo quiere), estaríamos con debates día sí día también con esa estupidez en antena.

Joseph McCarthy vivió mucho tiempo a costa de esta cobardía. Se hizo famoso a base de acusar sin pruebas, destruir vidas sin juicio y demoler a sus críticos acusándoles de comunistas antiamericanos o gente que legitima a los enemigos del país (¿de qué me suena?), ante la pasividad y el miedo de la prensa. Edward Murrow, de modo ciertamente quijotesco, se atrevió a disentir, y a reivindicar que esa protesta no sólo no era antiamericana, sino que era la base del sistema. Levantarse y decir que un gobierno está equivocándose no es deslealtad, no es ayudar a los enemigos, no es dar consuelo al demonio exterior de turno. Es garantizar que la democracia vive. En sus propias palabras:
We must not confuse dissent with disloyalty. We must remember always that accusation is not proof and that conviction depends upon evidence and due process of law. We will not walk in fear, one of another. We will not be driven by fear into an age of unreason, if we dig deep in our history and our doctrine, and remember that we are not descended from fearful men— not from men who feared to write, to speak, to associate and to defend causes that were, for the moment, unpopular.
La película es un extraordinario recordatorio de estos valores. Es obligado verla.

4 comentarios:

Daniel Lobo dijo...

Y yo que también la vi y... No se, me pareció así, así. Quizás sea por que me conocía la historia o estoy concienciado pero entre que la película se pasea por un circuito semi-independiente (con poquita audiencia) y que sobre todo tiene una buena parte de ejercicio de estilo historicista no acabe muy contento. Es buena, eh, yo no digo lo contrario pero no creo que sea tan buena...

Anónimo dijo...

Resulta increible que algunas personas pretendan mantener una visión izquierdista tan pasada de moda y tan poco consecuente con los hechos en este tema.

Joe McCarthy se dio cuenta de la infiltración sovietica en los EEUU y luchó contra ella porque ese era su deber. Años después sabemos que muchos de los acusados por McCarthy resultaron ser o bien espias o bien propagandistas sovieticos cuyo mayor deseo era la extensión de comunismo en los EEUU.A las personas que le ridiculizaban y se mofaban de el la historia les has dejado en una ponzoñosa charca.

Venir ahora en 2005 a repetirnos estas cosas da un poco la medida del nivel que tienen los blogs izquierdistas. Por favor, tenga un poco mas de respeto por la realidad, reciclese un poco y no base sus opiniones politicas en peliculillas risibles dirigidas por multimillonarios izquierdistas.

ominaeblog.net

R. Senserrich dijo...

Así que todas las personas inocentes (que hubo muchas) a las que McCarthy acuso sin pruebas, destruyendo la vida, son daños colaterales aceptables? McCarthy acertó con algunos espías, cierto, pero nunca, nunca, nunca dio pruebas para respaldar sus acusaciones. Claro, acusó a tanta gente y destruyó tantas vidas que es fácil que alguno que lo fuera lo pillara.

McCarthy NUNCA, NUNCA acusó dando pruebas. NUNCA respeto el estado de derecho. El problema no es que acusara traidores, es que se los inventaba.

La derecha tratando de salvar a un tipo que hizo de la acusación y destrucción de personas sin pruebas su marca personal, un tipo que incluso Eisenhower consideraba una vergüenza. Fantástico.

Anónimo dijo...

Pero hombre egocrata, ¿cómo se te ocurre responder a ominae como si estuviera en serio? Si es cosa sabida que o bien es un izquierdista radical dedicado a radicalizar a los "liberales".