viernes, noviembre 04, 2005

Arde París: el fracaso de la idea de integración

Llevan ya más de una semana, y parece que empeoran, los disturbios en París y otros lugares de Francia. Las noticias han llevado a muchos comentaristas, a un lado y otro de la red, a empezar a hablar de inmigración, guettos e integración, desde mi punto de vista diciendo cosas bastante equivocadas.

Para empezar, no está nada claro que la integración sea imposible, y me temo que se me ha malinterpretado cuando hablaba de ello. A pesar de los problemas de segregación racial y pobreza persistente en Estados Unidos que he señalado respecto a los afroamericanos, no creo que la inmigración sea un problema irresoluble. Es más, creo que la experiencia americana demuestra que es menos complejo de lo que muchos europeos piensan.

Lo que estamos viendo en Francia, y en eso estoy de acuerdo con Gulliver, es el fracaso de un modelo de integración. Las políticas que han llevado a cabo, nacidas de mentes progresistas bienpensantes, no han resultado. Los políticos franceses viven en una nube de teoría y retórica multiculturalista vacia que les ha llevado a creerse que gastando mucho dinero, haciendo mucho caso, y prestando mucha atención a los problemas de la comunidad musulmana la integración vendra sola. El problema no es el gastar dinero dinero o no, es cómo lo han gastado; y el error clave ha sido el ponerle apellidos al problema.

Cuando se hacen políticas sociales y de integración, hay dos maneras de enfocarla. Una es tratar de enfocarlas a los colectivos que las necesitan más que nadie, y concentrando el gasto en los grupos que necesitan más ayuda. La otra es no centrar la atención en ningún grupo en concreto, y hacer la política abierta a todo el mundo que la pida y necesite. Los franceses, al hablar de inmigración y cómo tratar de integrarla, se han hecho un hartón de usar el primer método. Políticas de apoyo a inmigrantes árabes, consultas con líderes de la comunidad musulmanas, vivienda social para inmigrantes, fondos escolares para inmigrantes, y una larga lista de programas con la coletilla referida a un determinado grupo.

Son políticas bienintencionadas, pero que crean problemas graves. Primero, y crucial, generan resentimiento. La población local de clase obrera no entiende que las ayudas sean para unos y no para otros, y ven a los recien llegados como amenaza. Es un gasto social poco popular, que crea resentimiento con el sistema, es vulnerable a cambios políticos, y que produce voto extremista. El votante clásico del frente nacional en Francia es básicamente el mismo que votaba hace 20 años al partido comunista; son votantes que quieren redistribución, pero primando a los franceses.

El segundo efecto es que crea los mismos problemas que la discriminación positiva ha generado en Estados Unidos con la población de color: horribles incentivos selectivos. Primero, disminuyen los incentivos de los inmigrantes a trabajar o concentrarse en los estudios. Segundo, y quizás aún más importante, hacen los inmigrantes menos contratables, ya que su preparación es vista como menor y son vistos con recelo.

El problema parte del mismo concepto de "integración", y del hecho que el gobierno francés se tomara el problema como tratar de ayudar a un colectivo casi abstracto. El problema no es ayudar a los "inmigrantes musulmanes" o ni siquiera a los "inmigrantes", el problema es facilitar las cosas a personas individuales, que acaban de llegar al país. Básicamente, seguir el modelo americano de ignorar el lugar de origen y dar las mismas oportunidades, obligaciones y derechos a todo el mundo.

Estados Unidos no tiene políticas de integración de colectivos inmigrantes; lo que hace es ofrecer un panorama muy claro a los recién llegados. Educación para todo el mundo, servicios sociales iguales (y patéticos) para todos, y un estado ciego al lugar de origen, una vez tienes permiso de trabajo. Los inmigrantes saben que si quieren prosperar, lo primero que deben hacer es aprender inglés, asegurar que sus hijos lo aprenden, y buscar trabajo. Los americanos no tienen demasiadas reservas en aceptar a alguien de fuera si quiere trabajar, ya que aquí todo el mundo es igual de pringado; no hay beneficios especiales para los nuevos. Los recién llegados tienen incentivos para asimilarse, y los americanos tienen pocos recelos.

El nivel de igualdad de trato es realmente exagerado, hasta el punto que Estados Unidos no tiene lengua oficial. Uno puede hacer todos los trámites en muchas ciudades en perfecto castellano, si así lo requiere. Claro, no va a encontrar trabajo, así que el inglés lo aprenden en cuanto pueden.

El sistema no es perfecto, evidentemente. Aunque la movilidad social de la población inmigrante no es demasiado distinta a la media de los americanos con su nivel de renta, esta no deja de ser bastante baja. Más alta que la población marginal de color de las inner cities, pero aún limitada. Aún así, los inmigrantes no acostumbran a caer en la horrible trampa de pobreza de los barrios franceses, como se ve en los cambios de las ciudades. Hay barriadas que han sido irlandesas, italianas, polacas, dominicanas y chinas en los últimos 100 años, con una nueva ola de inmigrantes que ocupan el lugar de los anteriores cada dos generaciones.

En resumen, cuando escucheis a un político hablar de "políticas de inmigración", temblad. El mejor modelo para arreglar estas cosas es tratar de tener tan poca política sobre ello como sea posible. Siempre es mejor ser universalista que específico al hablar de educación y derechos sociales.

Actualización: habiendo leido un poco más sobre el tema, mi argumento arriba ya no me convence tanto. Añadiría otras cosas (laicismo obligatorio, poca tolerancia estatal con la diferencia) y matizaría mucho otras. Gran parte del problema, sin embargo, es la actitud de las autoridades, que ven la situación como un carga, no como una oportunidad. No hagais demasiado caso a la teoría de arriba, no es del todo cierta.

14 comentarios:

R. Senserrich dijo...

Si te gusta tanto me preocupa :-).

Anónimo dijo...

Felicidades por el post. Creo q has estado muy acertado en un tema bastante complicado y muy dado a "lo politicamente correcto".

Anónimo dijo...

¿Movilidad social a largo plazo? ¿En 2 ó 3 generaciones? Me alegra saber que YO puedo mejorar dentro de unas cuantas generaciones, que mi situación económica será mejor dentro de unas cuantas generaciones.

Y el que no tenga hijos... ya ni te cuento.

;-)

Anónimo dijo...

Bueno, yo quiero ser el nuevo Bill Gates, pero el tio dice que no me deja... ;-). Ojalá fuera tan fácil.

Oye, no todos tienen ni la suerte ni el talento.

Anónimo dijo...

Muy interesante el texto como de costumbre. Se me ocurren algunos comentarios, aunque tómalos más como hipótesis que como afirmaciones. No tengo datos en que apoyarlos.

Se me hace extraño que el culpable principal de la trampa de pobreza de los inmigrantes sean las ayudas sociales. Puede que sea parte del problema, pero me extraña que sean tan sustanciosas como para desincentivar poderosamente en la búsqueda de trabajo. Mi sospechoso número uno sería el esclerótico mercado laboral francés con sus altas tasas de desempleo (como en España más o menos por cierto) que se ceban especialmente en los más desfavorecidos.

Los americanos no son tan abiertos a la inmigración como insinúas. La entrada de inmigrantes tanto legal como ilegal es similar a la europea y la gente piensa que ya hay demasiados inmigrantes, exactamente como en Europa.

En EEUU no quieren ver a un inmigrante árabe (e incluso musulmán) ni en pintura, mientras que aceptan con más gusto los latinoamericanos o asiáticos. Los motivos son de seguridad antiterrorista, pero en cualquier caso hacen una criba a su conveniencia. Por cierto que con la escasa población árabe es más fácil atreverse a emprender aventuras militares en Oriente Medio. Para nosotros es mucho más arriesgado semejantes lujos.

Saludos

R. Senserrich dijo...

Es cierto que el mercado laboral influye, pero es cuestión de proporciones. Si el paro entre inmigrantes e hijos de inmigrantes es mucho más alto que la media de la población, algo que pasa en Francia pero no en Estados Unidos, algo falla.

Las ayudas sociales no son el único problema, y no creo que sean el más importante. El problema es que son ayudas específicas, que causan resentimiento, y refuerzan la idea de separación en los votantes, aparte de favorecer la creación de guettos.

Sobre la entrada de inmigrantes, mi post no tiene demasiado en cuenta este hecho, cierto. En eso sí que no hay fórmulas mágicas. Lo significativo es que a igual nivel de entrada de inmigrantes, en EUA están dando menos problemas, y no están quedando cerrados en guettos del mismo modo.

Anónimo dijo...

Vamos, que las encuestas dicen lo mismo en todas partes, pero los problemas son menores en EUA.

Anónimo dijo...

“El problema es que son ayudas específicas, que causan resentimiento, y refuerzan la idea de separación en los votantes”

De acuerdo con esto, pero sólo si estamos hablando del resentimiento de los nativos, no de la frustración de los hijos de inmigrantes.

Zeitnot dijo...

Así que no hay que Intervenir para "forzar" la igualdad, simplemente tratar a todo el mundo por igual. Chico, háztelo mirar porque eso se llama liberalismo.

Anónimo dijo...

No hace tanto el modelo era Europa. Ahora hemos descubierto que lo mejor para integrar a los emigrantes musulmanes es la politica USA.

(y es verdad: la mejor forma de integrar a los musulmanes es sustituirlos por latinoamericanos)

Kantor

R. Senserrich dijo...

Zeitnot, no tengo ninguna alergia a decir que EUA hace cosas mejor que Europa a veces. De todos modos el hecho que defienda la igualdad de derechos seguramente incluye muchos más servicios sociales de los que tu defenderías (sanidad, educación, guarderías, residencias para la tercera edad, dentista...).

El modelo francés no es precisamente socialdemócrata, que es por definición universalista.

Kantor, sobre favorecer a latinoamericanos, no diré que no hace las cosas más fáciles, pero no lo veo imprescindible.

Small Blue Thing dijo...

Tu argumento se equivoca de entrada.

Quienes sufren la marginación no son los inmigrantes, sino sus hijos y nietos. Han nacido aquí (o allí según hablemos de Francia o UK) pero no son de aquí. Para acceder a un trabajo sus padres y abuelos echaron el resto. Ahora ellos han ido a la escuela, y no han sido tratados como locales. Y quieren progresar, pero siguen siendo unos putos extranjeros condenados a la subcontratación.

No son extranjeros, sino europeos de segunda. Eso es lo que trae la violencia, no las políticas de "integración" que no son sino campañas de asimilación.

Salud.

Anónimo dijo...

O sea que la culpa es de los franceses por intentar ayudar. ¡Bravo!

Despertemos: esto es una guerra abierta. Quien tenga ojos, que vea. Quien piense que no es una guerra, que lo argumente.

Aquí tenéis mi opinión al respecto.

Ojo del deseo dijo...

Migración, racismo?

Cuando dejaran de pensar que la integracion es un proceso pacifico, la integracion es un proceso violento donde se sujeta y exprime el ultimo halo de humanidad, la dignidad.

detras de los chantajes de la ciudadania de los migrantes se deja aun lado que son ellos quienes mantienen no solo a las economias del primer mundo sino tambien a las economias de sus paises de origen, ademas claro esta de cuando aca los derechos se obtienen de manera gratuita o se arrebatan o se otorgan via la lucha organizada.