martes, diciembre 21, 2004

De comunidades nacionales y otras paranoias

Pues el PSE ahora dice que el Pais Vasco/ las provincias vascongadas / Euskadi (cambia el nombre según quien lo dice) puede ser, debería ser y es una "comunidad nacional". Esto, aparte de causar mucho debate y caras serias en las tertulias y el recalentamiento cerebral (a falta de definir mejor lo que tiene en la cabeza) de Rosa Diez, ha puesto a Rajoy en plan héroe cruzado defensor de Espaaaaaaña, que le gusta mucho.

Vamos, más o menos lo de siempre.

La pregunta es... ¿Tiene alguna importancia? ¿Sería muy diferente si Extremadura quisiera ese nombre? ¿Qué cambios a efectos prácticos tendría substituir "comunidad nasioná" por "País de los Pitufos" o "Tierra de Kortolaris"?

La realidad es, no tiene ningún efecto. Es como la insistencia del PP de decir que España no debe ir hacia el federalismo asimétrico; ya es una federación asimétrica, en todo menos el nombre. Las etiquetas en sí mismas no significan nada, igual que los grandes nombres y pronunciamientos legales. El hecho que un estatuto defina un territorio de algún modo no afecta la parte relevante, es decir, la competencial y de financiación. Los defensores de la patria debería parar de berrear en contra de los demonios semánticos y hablar de cosas que tienen algo de relación con el planeta tierra. Por ejemplo, ¿es necesario que Euskadi tenga competencias sobre mercados financieros? ¿cárceles? ¿seguridad social? ¿láseres orbitales de control mental?.

A lo mejor, así entendemos de qué va el plan del PNV y todo. Contando que todo el rollo del plan es de hecho un brindis al sol previo a las elecciones del año que viene en esa casa de locos, el histerismo está poco justificado.

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